¿Qué es un rebranding?

 Un rebranding es la renovación de la identidad e imagen de una marca ya existente. Su estrategía consiste en cambiar partes de la marca, como el logo, los colores corporativos, la tipografía, etc; para ceñirse a las transformaciones que se producen dentro y fuera de la marca. 

El branding que se realiza en los inicios de la marca, es la base del rebranding. A partir de él, el diseñador creará una identidad completamente nueva o parcial. 

¿ Por qué las empresas deciden hacer un rebranding? 

Es común que las empresas lleguen a un punto en su carrera comercial donde noten cambios tanto dentro, como fuera de la empresa. Pueden surgir problemas como la pérdida de interés por la marca, nuevas tendencias a las que hay que adaptarse rápido, cambios de objetivos o nuevos mercados. 

Para hacer frente a esto anterior, deben de buscar soluciones que permitan mantener la conexión con sus clientes, que no influyan en su situación económica y que les permita seguir dando un servicio. 

Una de las soluciones que pueden usar es: el rebranding. 

Con el rebranding se consigue darle una nueva cara a la marca, dando lugar a que el cliente le dé una oportunidad de nuevo. En caso de que se realice la estrategía con éxito, se produce en la sociedad una intriga para conocer la nueva identidad para después consumir de nuevo. 

A veces, las marcas no necesitan un rebranding total, existen casos donde se ha cambiado únicamente el logo y la empresa ha salido victoriosa. Es importante hacer solo lo necesario en un rebranding, porque si se cambia algún aspecto que ya funciona puede resultar en una pérdida para la marca. 

Rebrandings exitosos 

A lo largo de los años hemos visto muchos rebrandings exitosos en una variedad de ámbitos. El éxito de estas empresas se debe al análisis profundo de sus defectos y las soluciones apropiadas para cada uno de ellos. A continuación destacamos algunos ejemplos: 

– Mastercard: el cambio en el logo de la red global de pago es un tipo de rebranding parcial que se realizó en 2019. La empresa decidió eliminar la palabra “mastercard” del logo, dejando solo su icono. Esta decisión se realizó para obtener una imagen moderna, adaptándose así al presente. 

– Pringles: en 2020, la famosa marca de patatas decidió simplificar su logo y adaptar la paleta de colores que tenía antiguamente. Con este cambio la marca no solo obtuvo un logo nuevo si no les permitió jugar de forma creativa con el packaging, creando en cada bote una personalidad diferente de Mr. P (el famoso hombre del logo) . 

– Old-Spice: la marca de desodorantes para hombres ha existido desde 1938, pero siempre se ha enfocado a una edad mayor. La empresa vió cómo caían lentamente sus ventas y tomaron la decisión de expandir su target objetivo. Con la creación de nuevas campañas como “The Swagger”, la marca se reinventó y consiguieron una clientela de todas las edades. 

Es muy importante identificar el momento en que nuestra marca no está funcionando y las razones de porque. Si se realiza un rebranding sin ninguna razón puede acabar en un fracaso y tener grandes repercusiones en la empresa. 

Rebrandings no tan exitosos 

Un rebranding fallido se puede deber al hacerlo innecesariamente o a hacer lo contrario a lo que su público objetivo le pide. Los siguientes ejemplos de marcas hicieron un rebranding que no llegó al éxito, terminando en la vuelta a su branding original o a la pérdida de ingresos. 

– GAP. La marca de ropa decidió en 2010 hacer un rebranding de su logo. El intento de modernizar su imagen no gustó y sus seguidores hicieron de notar su opinión negativa de la nueva imagen, tanto que la marca se vió obligada a volver a su logo original. 

– Jaguar. La tradicionalidad de sus coches de lujo llegó a su fin en 2024, y con ella su originalidad. La empresa decidió seguir la tendencia moderna de la simplificación y dirigir sus campañas a las nuevas generaciones. Aunque es aconsejado que las marcas estén al tanto de las modas, hay que ser consciente de porque funcionan como una marca. Jaguar es una marca de lujo con un tono tradicional, dirigida a personas de un nivel económico alto. Su branding funcionaba porque transmitía exclusividad y lujuria. Al cambiar su imagen y dirigirse a un público más jovén, las ventas de los coches cayeron en picado, porque claro, ¿qué persona joven se puede comprar un Jaguar?. 

– Tropicana. La marca de zumos cambió su logo original por uno moderno y simplificado. Igual que GAP, Tropicana se vió obligada a reponer sus productos con el logo original, por los comentarios tan negativos que recibieron hacia su nueva identidad. 

Con estos ejemplos anteriores vemos cómo los cambios innecesarios en una marca pueden dañar mucho a la empresa. También observamos lo importante que es la imagen y la estética de una marca, y lo mucho que llega a transmitir a sus clientes. El branding que se realiza para una marca debe de ser de los procesos más importantes porque es lo que va hacer que gane o pierda en el mercado. Para un diseñador, el rebranding es un trabajo donde muestra todo su potencial creativo además de tener que ceñirse a los valores y al tono que quiere transmitir la empresa. Aunque sea una tarea compleja, es gratificante para un equipo creativo darle la oportunidad a una marca de mostrar su mejor cara.